jueves, 20 de noviembre de 2008

HASTA LAS PELOTAS DE LA FALSA EDUCACIÓN

Estoy hasta las pelotas de quien se cree con el argumento de criticar falta de educación cuando es el primero que falta a ella.

Estoy hasta las pelotas de la gente que no saluda en la escalera cuando se encuentra un vecino.

Estoy hasta las pelotas de los que se dedican a quejarse contínuamente y no hacen nada.

Estoy hasta las pelotas de los que rompen, destrozan, malmeten, estropean, corrompen, tergiversan, enaltecen la ira, de los avaros.

Estoy hasta la pelota de la avaricia. Porque la avaricia es lo que lo corrompe todo.

Estoy hasta las pelotas de estar hasta las pelotas.

Menos mal que queda gente que también está hasta las pelotas como yo.

Como decía mi amigo Robe:



Quisiera que mi voz fuera tan fuerte
que a veces retumbaran las montañas
y escuchárais las mentes social-adormecidas
las palabras de amor de mi garganta.

Abrid los brazos, la mente y repartíos
que sólo os enseñaron el odio y la avaricia
y yo quiero que todos como hermanos
repartamos amores, lágrimas y sonrisas.

De pequeño me impusieron las costumbres
me educaron para hombre adinerado
pero ahora prefiero ser un indio
que un importante abogado.

Hay que dejar el camino social alquitranado
porque en él se nos quedan pegadas las pezuñas
hay que volar libre al sol y al viento
repartiendo el amor que tengas dentro.

1 comentario:

Ana dijo...

Yo también estoy hasta las pelotas, estimada compañera...